Siguiendo con el post de la semana pasada, hoy quiero contarte por qué tu dominio y tu alojamiento son sagrados en tu negocio.
Pero antes de darte las razones, y por si eres nuevo en todo esto de los negocios online, te cuento brevemente qué es cada una de estas cosas.
El dominio es la dirección que se pone en la barra de navegación por la cual la gente nos encuentra en internet, normalmente suele ser el nombre de tu empresa o tu marca personal, pero las opciones son ilimitadas siempre que el dominio que escojas esté disponible.
Y el hosting o alojamiento es el lugar donde está alojada tu web, es decir, el lugar donde están almacenados todos los archivos y carpetas que la componen, como la información de tu web, las imágenes, los vídeos, etc.
Mi intención hoy es darte una mirada crítica para que entiendas por qué te conviene invertir en tu propio dominio y alojamiento web. Así que espero poner claridad en este asunto.
Comenzamos.
8 Razones por las cuales NO TENER tu propio dominio y tu propio hosting puede acabar con tu negocio
1 ] Tu dominio se va a ver como un subdominio de otras plataformas
Como sabes, el otro día hablábamos de blogger.com y wordpress.com.
Debes tener claro que tú eres una empresa independiente.
Tú no eres ninguna de esas plataformas.
Con lo cual no viene a cuento que en tu dominio aparezca su nombre.
Me explico:
Si utilizas una de estas plataformas gratuitas, tu dominio no se verá como www.tudominio.com.
Sino que aparecerá como www.tudominio.wordpress.com o www.tudominio.blogspot.com.
2 ] Tu posicionamiento en buscadores se va a ver afectado
Tener tu propio hosting y dominio mejora el ranking en los buscadores como Google o Yahoo, con lo que será más fácil que otras personas lleguen a tu web.
3 ] Distorsiona y empeora la percepción que tienen de ti
Se trata del otro tipo de posicionamiento, del que te he hablado en otras ocasiones, por ejemplo en el post de hace un par de semanas.
Tener tu propio dominio te hace ser percibido como alguien más profesional, además de que aumenta la confianza en tu marca.
Con la mano en el corazón y sin ánimo de ofender a nadie, cuando veo a grandes profesionales que tienen su web como www.tunombre.wordpress.com, suceden dos cosas dentro de mi cabeza:
Si no le conozco de nada, mi inconsciente responde rápidamente y me dice “Esta gente no es no es profesional, son unos aficionados”.
Y si los conozco y sé de buena tinta que son grandes profesionales, me dice “Qué lástima que lo que se percibe de ellos no muestra lo grandes que son”.
Siento ser tan dura, pero es una crítica constructiva y estoy segura que me lo agradecerás. 😉
4 ] Tu email te delata
Tener tu propio dominio te permite tener tus cuentas de correo personalizadas con el nombre de tu negocio, algo que debes hacer sí o sí a partir de hoy ya que van a contribuir enormemente en tu posicionamiento y en la imagen percibida de ti, y te va a colocar en la mente de tu cliente potencial en el bando de los profesionales o en el bando de los aficionados.
Así puedes crear diferentes cuentas de email para cada departamento de tu empresa o como tu desees.
Por ejemplo: tunombre@tuempresa.com, info@tuempresa.com, consultas@tuempresa.com, contabilidad@tuempresa.com, contacto@tuempresa.com, y así un largo etcétera.
Sólo tendrás que tener en cuenta el número de cuentas que te permite crear tu alojamiento.
Sinceramente creo que no hay nada peor para desprestigiarte tú mismo que tener tu web en minombre.wordpress.com o minombre.blogspot.com y tu email como fulanito@gmail.com, menganito@hotmail.com o juancarlitos@yahoo.com.
¡Lo siento, mi inconsciente me dice que no son serios ni de confianza!
5 ] Problemas con la carga de tu página
Aunque para comenzar montar tu web o tu blog en una plataforma gratuita puede parecer un buena opción, el aumento progresivo de la visitas a tu web puede hacer que tu página no cargue todo lo rápido que debería cargar si la tienes alojada en un servidor gratuito.
En el momento en que lleguen estas visitas es cuando pueden empezar a aparecer los problemas y puedes empezar a plantearte el cambio a un alojamiento de pago.
El problema es que si haces la transferencia a un domino comprado puede afectarte disminuyendo el tráfico y las visitas que habías conseguido. Y por mucho que redirecciones puedes perder parte de este tráfico, ¡con lo que cuesta conseguirlo!
6 ] ¡Puedes quedarte sin tu página!
Ésta es una de las razones más serias. Con un alojamiento gratuito corres el riesgo de quedarte sin página (y sin negocio) de un momento a otro.
¿Y sabes qué?
¡Que no vas a tener ningún derecho a reclamar!
Si no has pagado nada por tener tu web allí, obviamente ellos no van a tener ninguna responsabilidad ni van a estar obligados a darte alojamiento in eternum.
Lógico, ¿no?
Y eso sin contar que tienen la batuta y pueden anular tu cuenta si consideran que tus contenidos son inapropiados.
¿Puedes imaginarte lo que podría suponer esto para tu negocio?
Un drama de estas dimensiones no sucede si tienes tu propio hosting ya que tu web es tuya y de nadie más. Y todos los contenidos que hayas publicado te pertenecerán a ti y serán tuyos y sólo tuyos.
7 ] Tu web está limitada
Aunque al principio quizás no sepas exactamente qué es lo que necesitas, si vas en serio con tu negocio, estoy segura de que con el paso del tiempo vas a querer implementar en tu sitio distintas funcionalidades extras para hacerla más atractiva y atraer a más clientes a tu negocio.
Por ejemplo puedes querer incorporar formularios, vídeos, galerías de fotos, o gestores de calendario por decirte algo. Y para ello tendrás que instalar algunos plugins, algo que no te permite hacerlo la plataforma gratuita.
8 ] Aparecen intrusos en tu web
Otro de los motivos por los cuales no soy partidaria de estas plataformas gratuitas es porque estos alojamientos gratuitos suelen incluir publicidad de terceros en tu web.
Y obviamente, eso tampoco te interesa. 😉
¿Has podido llegar a alguna conclusión?
Yo creo que si has llegado hasta aquí y has leído las mil y pico palabras que llevamos tendrás ya una idea clara de cuál es la mejor opción para tu negocio.
¿Es así?
Qué puedes hacer ahora
Si todavía no tienes tu web empieza a poner los cimientos como Dios manda y contrata desde el primer día tu dominio y tu alojamiento.
Créeme, te ahorrarás problemas en el futuro.
Y si la tienes en un alojamiento gratuito plantéate hacer una copia de seguridad de tus contenidos ahora mismo y empieza a planificar tu migración a un hosting de pago antes de que sea demasiado tarde y se cumpla la Ley de Murphy.
Ya sabes, “Si algo puede fallar, fallará”. 🙁
Quiero que tomes conciencia de algo.
Tu web es una de las cosas más importantes de tu negocio y a ella y a tu blog es probable que le tengas que dedicar muchas horas en crear contenido para tus visitantes y tus lectores.
No querrás que en cualquier momento, como si de un tsunami se tratase, venga la ola y se lo lleve todo por delante, ¿verdad?
Por todas estas razones y por lo que te conté en el post anterior, te recomiendo de verdad que tengas desde el principio tu propio dominio y tu alojamiento.
Quiero pensar que si no lo has hecho hasta ahora no ha sido por un tema de dinero sino por desconocimiento.
Y es que los números son casi de risa.
Tener tu propio dominio puede costarte entre 8 y 12$ al año en función de dónde lo contrates.
Y tener tu alojamiento puede costarte entre 70 y 120$ en función de la compañía donde lo contrates y de las prestaciones que necesites.
Así que si redondeamos a 130$ al año, la inversión diaria serían unos 0,35$.
¿No te parece una ridiculez?
En fin, ahora la decisión está en tus manos.
Espero haber contribuido a poner claridad en este tema y que te ayude a tomar una mejor decisión sobre estos aspectos técnicos en los que probablemente no hayas caído hasta ahora.
Si te ha ayudado o crees que podría ayudar a alguien sólo te pido que me ayudes a difundirlo y lo comparta en las redes sociales a través de los botones que verás más abajo.
Pero antes de irte, cuéntame tu experiencia y dime…
¿Tienes ya tu propio sitio web? ¿En qué plataforma lo tienes alojado? ¿Tienes ya tu propio dominio y tu alojamiento de pago?
Espero tu comentario. 😉
Un abrazo.
Mónica