Todos queremos clientes, absolutamente todos.
Necesitamos clientes para mantener la estructura de nuestros negocios, para que la rueda siga funcionando y para que podamos tener la vida que queremos.
Los clientes son la sangre de cualquier negocio y sin ellos sencillamente no existiríamos.
Sin ellos tendríamos que bajar la persiana.
Muchas veces nos liamos con complejas estrategias para llegar a nuestros clientes sin ver resultados demasiado boyantes.
Si te está pasando esto quizás sea el momento de echar el freno porque una de las principales razones de esos malos resultados es posible que se encuentre en las raíces, es decir, en cómo estás enfocando tu negocio.
En detectar exactamente qué quieres hacer y a quién te quieres dirigir.
Porque no todo vale para todos y como dice el refrán “Quien mucho abarca poco aprieta”.
En el vídeo de hoy te cuento una de las claves más importantes para asentar esos cimientos y que puedas tener una cola de clientes esperando para contratar tus servicios, y para ello te voy a explicar un caso real de un profesional al que le está yendo muy bien.
Ahora puedes ver el vídeo y luego hablamos.
Como has visto, sin poner en marcha complicadas estrategias de marketing (en el caso de este profesional prácticamente ninguna) es posible tener un negocio que funcione, siempre y cuando las bases sean consistentes.
Espero que el vídeo te haya gustado y te haya parecido útil para poderlo trasladar a tu caso particular.
Si es así, compártelo en tus redes y envíaselo a otros profesionales a los que creas que le podría ayudar.
Y ahora cuéntame… ¿Los cimientos de tu negocio son igual de sólidos?
¿Eres específico en lo que haces y a quién te diriges o prefieres abarcar a un público bien amplio atendiendo cualquier necesidad? ¿Qué resultados estás obteniendo? Me encantará conocer tu caso.
Muchas gracias por llegar hasta aquí.
Un abrazo.
Mónica