Si me sigues con regularidad, recordarás que en el artículo de la semana pasada te hablé de las tarjetas de visita como una de las estrategias offline más económicas y sencillas para captar suscriptores.
Reconozco que decirte que tu tarjeta de visita debe ser profesional y no amateur no es darte demasiadas pistas y es posible que te preguntes: “Vale, ¿pero cómo lo hago?”.
Por eso, en el artículo de esta semana quiero profundizar un poquito en esto y darte mi opinión acerca de cómo debe ser una tarjeta de visita que transmita tu profesionalidad y te sirva para atraer a tus clientes potenciales.
Así que empecemos por el principio.
Tu objetivo
Tu tarjeta de visita es uno de los canales a través de los cuales vas a llevar visitantes a tu plataforma digital o, lo que es lo mismo, al centro operativo de tu negocio.
Por ese motivo, es muy importante tener en cuenta tanto la información que en ella haya (el contenido) como su aspecto visual (el diseño).
En la vida todo es cuestión de percepción, y ese pequeño trozo de papel tiene sin duda el poder de posicionarte en la mente de las otras personas. Y de ti depende que sea para bien o para mal.
Tal como te dije, no es suficiente con tener una tarjeta de visita. Tu tarjeta debe de impactar. Debe causar sensación. Y las personas a las que entregues tu tarjeta deben quedar con el deseo de saber más de ti y de lo que haces.
En definitiva, deben querer guardarla para investigar un poquito más ya que en esa primera impresión la habrán considero atractiva e interesante .
Te digo esto porque estoy prácticamente segura de que alguna vez te han dado una tarjeta de visita y su aspecto ha sido suficiente como para saber en ese mismo instante si la guardarías o si esperarías a la mínima para deshacerte de ella.
Entre tú y yo, a mí me ha pasado.
Así que te propongo que vayas un poco más allá y le pongas un poquito de marketing a tu tarjeta de visita.
Y te voy a contar cómo.
Cuenta quién eres
Para empezar, tu tarjeta de visita debe responder a tres preguntas básicas:
- Quién eres
- A qué te dedicas
- Dónde pueden encontrarte
No hace falta que te diga que en tu tarjeta debe de constar tu nombre y a qué te dedicas. Deja bien claro a quién ayudas y cómo lo haces, evita que tu mensaje sea abstracto y ambiguo, y muestra claramente qué es lo que van a conseguir trabajando contigo.
Si has trabajado en tu mensaje en general, esto no te será difícil, puesto que aquí pondrás el mismo mensaje que en tu sitio web y el resto de tus materiales de marketing.
Una vez quede bien claro esto, diles dónde pueden encontrarte.
Según la profesión a la que te dediques quizás tengas una dirección física donde ofrezcas tus servicios (un local, un despacho o una consulta). Inclúyela en tu tarjeta junto con tu número de teléfono donde puedan contactar contigo.
Pero lo que no debe faltar es tu dirección virtual. Aquel lugar en internet donde tendrán que ir para saber más sobre ti y sobre tus servicios, y donde les darás la oportunidad de que te sigan o se suscriban a todas tus comunicaciones.
Recuerda que ese es tu objetivo.
Puede tratarse de tu sitio web principal o bien de algún sitio específico donde ofrezcas un producto o servicio concreto. Ésta es una buena oportunidad para hacer una llamada a la acción para que visiten estos sitios.
Sea cual sea tu estrategia, hoy por hoy una dirección web (tu url) no puede faltar bajo ningún concepto.
Incluso puedes añadir algún código QR para que las personas interesadas puedan acceder a tu sitio rápidamente desde cualquier dispositivo móvil. La cuestión es ponérselo fácil a tus visitantes. 😉
Haz que tu tarjeta cause sensación
Ese pequeño rectángulo de papel va a contener información muy importante sobre tu negocio, así que hay ciertos aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de pensar y ejecutar su diseño y su producción.
#1 Muestra tu esencia
Tu logotipo se va a convertir en uno de los elementos más importantes ya que va a ser la cara visible de tu negocio no sólo en tu tarjeta, sino en muchos otros soportes.
Así que te sugiero que no escatimes en tener un buen diseño que transmita la esencia de tu negocio y tu personalidad a través de la tipografía, los colores e incluso el uso de algún dibujo o icono.
#2 Diles dónde te pueden encontrar
Estarás conmigo con que a las personas nos gusta tratar con personas, y no con entes corporativos. Tus tarjetas deben llevar tu nombre, tu título o cargo y tus datos de contacto (tu dirección, tu teléfono, tu email, tu web e incluso tus redes sociales) y no ser anónimas.
#3 Explícales claramente cómo puedes ayudarles
Creo que éste es uno de los errores más frecuentes de muchos profesionales. Y es que colocan simplemente su cargo y se quedan tan anchos.
Parece como si lo más importante fuese que suene rimbombante y les da igual que esté en inglés o que sea incomprensible para otras personas.
Si la persona que recibe la tarjeta no comprende exactamente qué es lo que haces y cómo puede beneficiarse contigo, de nada servirá.
Utiliza tu tarjeta para mostrar tu lema, tu slogan o tu mensaje de marketing principal, y evita caer en malas interpretaciones, alucinaciones o simplemente en el olvido.
#4 Pónselo fácil
Tu tarjeta debe ser cómoda de leer, así que abstente de utilizar una letra excesivamente pequeña.
Si la persona a la que entregas tu tarjeta tiene que esforzarse demasiado para leer tu mensaje o tus datos de contacto no esperará demasiado para tomar una decisión. Se cansará pronto y la tirará.
Tampoco pretendas poner toda la información en una cara de la tarjeta sin dejar ningún espacio en blanco. Con eso lo único que vas a conseguir es transmitir la sensación agobio.
Sé que hay mucha información que poner, así que te hago una pregunta: ¿Qué tal si utilizas las dos caras de la tarjeta? No tiene demasiado sentido tener todo apelotonado en una cara de la tarjeta teniendo la cara de atrás vacía, ¿no?
Sí, tienes razón… quizás tengas que invertir un poquito más de dinero, pero créeme, vale la pena.
#5 Los acabados importan
Una tarjeta demasiado fina y flexible no es la mejor de las opciones. Te aconsejo que tu tarjeta tenga el grosor y la consistencia suficiente como para que sea percibida de alta calidad.
Ya sabes que funcionamos por asociaciones, y por ese motivo, una tarjeta sin cuerpo suficiente puede ser asociada fácilmente a un servicio de poca calidad.
Por otro lado, absténte de cortar las tarjetas a mano. Lo he visto en algunas ocasiones y no hay cosa que de peor impresión que esa.
#6 Eres un profesional y no un amateur
Evita incluir en tu tarjeta correos electrónicos de la familia de los Hotmail, Gmail y compañía. Éste es sin lugar a dudas uno de los errores que te van a delatar como un auténtico amateur, aunque no el único.
#7 No olvides tu llamada a la acción
No te conformes con entregarles una tarjeta meramente informativa. Hazles una llamada a la acción y anímales a que vayan a visitarte a tu sitio web para conocerte mejor o para beneficiarse de algún servicio.
#8 Extras
Algunos profesionales incluyen su fotografía en sus tarjetas de visita. Sin ir más lejos, tras la publicación del post de la semana pasada hubo un lector (Antonio J.) que me lo sugirió, y es por eso que he querido incluirlo en este artículo.
Yo creo que es un tema muy personal, y en mi caso por ejemplo no pongo mi fotografía en mis tarjetas de visita. Pero reconozco que según el sector del que se trate, una fotografía tuya puede inspirar mayor confianza además de darle ese toque diferenciador para que no se olviden de tu cara. 🙂
Dedícate a hacer tu trabajo
A pesar de todo lo dicho, ahí va mi sugerencia: Evita diseñar tus tarjetas a menos que seas diseñador y te dediques profesionalmente a ello.
Aunque a primera vista te parezca que vas a ahorrarte unos cuantos euros o dólares haciéndolo tú, siento decirte que vas algo equivocado. Tardarás más tiempo en hacerlas (puesto que entiendo que si no te dedicas a esto éste no debe ser tu punto fuerte), y el resultado que obtendrás no será el deseado.
Dedícate a hacer aquello para lo que eres el mejor y deja para los otros profesionales el diseño y la impresión de tus tarjetas. Ellos saben cómo hacer unas tarjetas 10, así que déjalo en sus manos.
En conclusión
Pon el listón de la calidad y la profesionalidad bien alto en todo lo que hagas, ya sean tus tarjetas de visita o cualquier otra cosa.
Y recuerda…
De nada te servirá tener la mejor de las tarjetas de visita si después tu sitio web no está a la altura.
Un abrazo,
Mónica